Crash ►Brooke.

¿Cabello alborotado? Listo. ¿Piernas y brazos llenas de moratones? Listo. ¿Puños que ya no resisten? Listo. ¡Comprobado! Una vez más Rhea estaba entrenando como si no hubiera un mañana, o como si estuviera ejercitándose para el mismísimo apocalipsis. Las pocas veces que se separaba de Kseniya, eran, o para entrenar junto con otros dhampirs, o cuando deseaba salir a la luz del día. Por eso, procuraba mantenerse ocupada y entretenida cada vez que no estaba con la rubia, para no caer en las trampas de su subconsciente y  terminar preocupándose por la moroi como si fuera su madre, intranquila por si estaba segura o no. Le fastidiaba sentirse así por alguien más, principalmente porque ella siempre había sido un ser completamente independiente. Ahora sus acciones podían repercutir en dos personas, y sabía que había alguien que valía más que su propia vida. ¡Y joder, ella también era importante! En algún lado lejos de St. Vladimir, claro.

Mientras corría evitando obstáculos estratégicamente colocados, saltaba varas que variaban en su altura, escalaba muros, y se agachaba cada vez que volaban cosas cerca de su cabeza, la adrenalina corría por sus venas, como si se hubiera inyectado alguna clase de droga estimulante. Entrenar era su momento feliz de todo el día, le gustaba demasiado, principalmente porque podía sacar toda clase de frustración a flote y a la vez, mejorar su técnica de defensa y ataque. Win-win situation para todos. Quizás por eso su madre se había empeñado tanto en hacerla fuerte. Desde pequeña las actividades favoritas de Rhea incluían toda clase de juegos brutos, en donde terminaba con las manos y las rodillas raspadas.  

Terminó el circuito al que estaba dando la vuelta y entonces se detuvo unos minutos para tomar jugo. Estaba por volver a empezar, cuando se giró al oír su nombre. Le tocaba enfrentarse a una joven. Se acercó lentamente  al área donde la mayor la esperaba y la saludó, observándola  como oponente potencial, más que como una compañera de clase. ―Cuando tu digas. ― Le avisó a la joven, dándole la ventaja mientras se ponía en posición de guardia.